Toxina botulínica

La toxina botulínica, también llamada “botulina”, es una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum.

La capacidad que posee la toxina botulínica para producir parálisis muscular por denervación química se aprovecha para usarla como medicamento en el tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas y como producto cosmético para tratamiento estético de las arrugas faciales.

Modo de acción

El efecto farmacológico de la toxina botulínica tiene lugar a nivel de la unión neuromuscular. En esta región de transición entre el nervio periférico y el músculo se produce la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor necesario para producir la contracción muscular. La toxina botulínica actúa de forma local mediante el bloqueo de la liberación de acetilcolina, lo que se traduce en parálisis muscular temporal. El efecto final es una denervación química temporal en la unión neuromuscular sin producir ninguna lesión física en las estructuras nerviosas.

Aplicaciones clínicas

La primera aplicación clínica de la infiltración local de toxina botulínica se realizó en 1977 como tratamiento corrector del estrabismo, una patología oftalmológica caracterizada por la hiperactividad de los músculos encargados de movilizar el globo ocular. Desde entonces, su uso se ha extendido no solo en el ámbito de la medicina sino también en el de la estética.

El blefaroespasmo, o contracción intermitente o persistente de la musculatura orbicular de los ojos, fue la primera distonía focal tratada con la infiltración local de toxina botulínica. Otros tipos de distonías que se benefician espectacularmente de este tratamiento son la distonía cervical (tortícolis espasmódica) y ciertas distonías de miembros denominadas ocupacionales (calambre del escribiente) y afecciones que cursan con una hiperactividad muscular, como el síndrome de Tourette.

Otros trastornos neurológicos que pueden ser tratados con la infiltración local de toxina botulínica son el espasmo hemifacial, ciertos temblores y la rigidez o espasticidad.

Cada vez se desarrollan más aplicaciones clínicas de la toxina botulínica, como en la hiperhidrosis (sudoración excesiva)idiopática o primaria y la sialorrea (excesiva formación de saliva). En caso de la hiperhidrosis,[7] con la toxina botulínica se consigue relajar la actividad de las glándulas sudoríparas, disminuyendo así la aparición de sudor en las zona tratadas como pueden ser las axilas, manos y pies. El procedimiento se realiza previa aplicación de anestesia local en las axilas, y mediante anestesia troncular en las manos y los pies, al ser zonas más sensibles. Se infiltra entonces diferentes puntos de toxina, subcutáneamente, en la zona o zonas dónde se produce de forma excesiva el sudor. Después del tratamiento el paciente puede realizar sus actividades normales y empezará a notar una disminución de la sudoración entre el cuarto y el séptimo día, siendo el efecto máximo a los quince días y efecto total dura entre 7 y 10 meses según el metabolismo de cada persona tratada.[8]

Para uso terapéutico de la toxina se usan presentaciones de 50 a 100 U por frasco y las dosis tóxicas se consideran que son de 2,800 U es decir 28 veces más que las dosis terapéutica.

Aplicaciones cosméticas

Una forma diluida de la toxina botulínica tipo A, se considera hoy en día que es uno de los tratamientos que ofrece mejores resultados para eliminar las arrugas o tratamiento de la Ritidosis.   Esta forma de toxina botulínica, tras su infiltración con una aguja extra fina en el músculo debajo de la piel de la zona que se desea tratar, actúa inhibiendo por relajación el movimiento muscular.  Con este efecto se pretende que desaparezcan las arrugas y por tanto proporcionar un aspecto más juvenil en la piel..

La toxina botulínica debe ser aplicada por personal calificado y preparado para su correcta aplicación.   Habitualmente se aplica en consultorio, con anestesia tópica (crema).  Por lo que no es un procedimiento doloroso.

Los resultados puede empezar a apreciarse a partir de las primeras 48 horas, y a partir de la segunda semana de su aplicación se aprecian los resultados definitivos.  Tiene una duración temporal, entre 4 a 6 meses, lapso después del cual debe renovarse la dosis.   Rara vez se han dado casos de efectos secundarios como reacciones alérgicas, rigidez facial o náuseas

La marca comercial más conocida de esta forma de toxina botulinica cosmética es Botox®, medicamento producido y registrado por la empresa Allergan, Inc. de Irvine, California, que obtuvo la aprobación oficial en EE.UU en abril de 2002, para uso estético. En la actualidad se comercializan en el mundo otras presentaciones comerciales como: Dysport®, Lantox®, Neuronox® (también conocida como Siax®).

Referencias

  1. a b c Stephen S. Amón, et. al. “Botulinum Toxin as a Biological Weapon”. JAMA, 285, No 8, 28 de febrero 2001.
  2. ↑ Costa J, Borges A, Espírito-Santo C, Ferreira J, Coelho M, Moore P, Sampaio C. Toxina botulínica tipo A versus toxina botulínica tipo B para la distonía cervical (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2008 Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2008 Issue 3. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.)[1]
  3. ↑ Pedro N. Acha, Boris Szyfres, Pan American Sanitary Bureau . Zoonoses and Communicable Diseases Common to Man and Animals: Bacterioses and mycoses. Volumen 1 de Zoonoses and Communicable Diseases Common to Man and Animals, Boris Szyfres. Número 580 de Scientific and technical publication Volumen 580 de Scientific and technical publication // Pan American Health Organization Número 580 de Publicaciones científicas. Paho Scientific Publications Series. Pan American Health Org, 2001. ISBN 92-75-11580-X, 9789275115800
  4. ↑ [2]Uso de toxina botulínica en la lumalgias y ciatalgias.
  5. ↑ [3]Uso de la toxina botulínica en cervicalgia.
  6. ↑ [4]Bótox contra la incontinencia urinaria
  7. ↑ [5]Tramiento de la Hiperdrosis en Medline plus
  8. ↑ Carruthers,Jean y Carruthers Alastair. Toxina botulinica:Serie dermatologia estetica. Dermatología estética. Editor Elsevier España, 2006. ISBN 84-8174-920-6, 9788481749205
  9. ↑ Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Nota Informativa. Comunicación sobre riesgos de medicamentos para profesionales sanitarios. Toxina Botulinica (Botox(R), Dysport(R), Neurobloc(R), Vistabel(R)): riesgo de efectos adversos graves por diseminación de la toxina. Ref: 2007/11. 6 de Julio 2007. [6]
  10. ↑ Información sobre Botox® [7]
  11. ↑ FDA Law Enforcers Crack Down on Illegal Botox Scammers [8]
  12. ↑ Ledermann Dehnhardt, Walter. Una historia personal de las bacterias. Editor RIL Editores, 2007. ISBN 956-284-538-9, 9789562845380
  13. ↑ Pita, René. Armas químicas: La ciencia en manos del mal. Editor Plaza Valdes, 2008. ISBN 84-96780-42-2, 9788496780422
  14. a b Barnaby, Wendy. Fabricantes de epidemias. El mundo secreto de la guerra biológica. Sociología y política Siglo XXI de España Editores, 2003. ISBN 84-323-1099-9, 9788432310997

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